El Parque Nacional de los Picos de Europa fue el primero que se creó en España y, actualmente, es el segundo más extenso y el tercero más visitado de nuestro país (2,1 millones de visitantes en 2016). Los sobresalientes valores naturales que promovieron su protección hace un siglo persisten hoy casi inalterados, a pesar de ser el único PN que cuenta con asentamientos estables de población dentro de sus límites. Quizá por eso sus paisajes son únicos porque en ellos se combinan armónicamente lo natural y lo antrópico, siendo uno de los mejores ejemplos de ecosistemas de bosque atlántico y la mayor formación caliza de la Europa atlántica.
Aunque extiende su territorio por tres comunidades autónomas, hecho también singular en los parques españoles, no todo el PN se conoce por igual como se desprende del lugar de acceso elegido por sus visitantes. Así, la mayoría lo hacen desde Asturias y Cantabria y sólo en torno al 10% desde León. Ese menor conocimiento de los valores naturales de la parte leonesa no se aviene, sin embargo, con un patrimonio geológico que es compartido y que no entiende de fronteras administrativas.
Algunos lugares y sistemas endokársticos de la parte asturiana tienen la consideración de Monumento Natural (Sistema del Trave y Torca Urriellu en el Macizo Central; Sistema del Xitu y Red de Toneyu en el Occidental, (Adrados González et al, 2012). En León, por el contrario, ninguno hasta el momento ha merecido tal consideración. Cuando se elaboró el inventario de Lugares de Interés Geológico de la Provincia de León, se eligieron cinco LIGs dentro del territorio del PN: Desfiladero del Cares, Jou del Trasllambrión, La Vega de Liordes, El Mirador de Piedrashitas y Desfiladero del Beyo y olistolitos de Sajamabre (Fernández-Martínez et al., 2009), lo que prueba la riqueza de su patrimonio geológico. En aquel momento no se tuvo en cuenta la importancia e interés de ese otro patrimonio geológico “oculto” que constituyen las cavidades subterráneas, a pesar del sobresaliente interés que tienen las cavidades, particularmente las de desarrollo vertical, en Picos de Europa, ya que albergan 2 de las 10 simas más profundas del planeta (Robledo Ardila et al., 2016).
Aprovechando que en 2018 se celebra el centenario de su declaración como Parque Nacional y se trabaja para valorizar la zona, especialmente ahora que ha sido declarada como Acontecimiento de Especial Interés Público (AEIP), nos parece oportuno realizar un esfuerzo para llevar a cabo un encuentro espeleológico centrado en los Picos de Europa, colaborando con el Departamento de Geografía y Geología de la Universidad de León, con el fin de difundir este patrimonio geológico mediante un encuentro de especialistas y la publicación de alguna de las ponencias presentadas.
En un mundo al que apenas le quedan rincones secretos en su superficie, la exploración de las cavidades subterráneas, junto con la de los fondos marinos, se convierten en una suerte de última frontera para el conocimiento y la comprensión del mundo en el que vivimos.
